Nos sacamos la lengua y poco faltó para picarnos los ojos. Cuando le dije Hola me contestó con tres puntitos suspensivos tan pero tan feos como la indiferencia y empecé a pensar cositas feas. Los ojitos se me llenaban de agua y cuando me disponía a llorar desconsoladamente en mi balcón, snif, snif, los tres puntitos se hicieron letras y empezó con el cómo-porqué del enojo y de ahí yo di una explicación detallada de mi nivel de pendejez y entendi que: ledoliaporquesabíaquemedolia. Mi corazoncito le habló con su chucutum chucutum a grandes GRITOS y cuando venía el sosiego recalcó pa’ que veas cómoycuánto TE QUIERO . Ahí recordé las sabías enseñanzas de la clase de finanzas: Posibilidad y Probabilidad no es lo mismo. Posibilidad es SI o NO y
-arg, ando muy cursi y puedo dormir tranquila-