sábado, 9 de abril de 2016

Acá vamos


Ya tengo 30.

Y mi vida no es ni la mitad de lo que imaginé, quizás haber leido sci-fi, no ayudó mucho.

Aventé los planes de mi vida por la ventana  a los veinticinco; lamentablemente me llego esa maldita costumbre de acordarme de todo, un día antes de mi cumpleaños. Tenía  diez horas antes de recibir el primer abrazo para hablar con fluidez Japonés, Alemán, Francés, Inglés, y portugués; solo le puede ayudar a lista con Inglés y un francés de aeropuerto; y aunque el portugués dejó la lista el día que me di cuenta que sólo era Español con unas palabras diferentes y un ritmo casi igual al de la samba, aún así no alcancé. Estoy segura que me distrajo enamorarme perdidamente de Omar; agghh el l Negro vale cada palabra en alemán que no he podido entender...Entonces ahí cambie las metas por historias de amores mal logrados, ahí deje los planes de mi vida, y empeze a andar así, sin llantas adicionales.
Cuando yo tenga 30, no hay.

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